Casada, con sentimientos encontrados

Hola a tod@s, la verdad no estaba segura de escribir sobre mi GD, porque desde que me casé, he llorado mucho y no precisamente de alegría.

Con mi Seba, planificamos todo con más de un año de anticipación y fuimos muy cuidadosos y detallistas en todo para que nuestra celebración fuera magnífica.

El día sábado, día en que nos casamos. Alisté últimos detalles y me preparé para estar linda. La burrita y el fotógrafo con los videógrafos llegaron súper puntuales, no así la maquilladora. Llegó media hora tarde y fue detonante en mi estado de ánimo. Confié plenamente en ella y quizás ese fue mi error. Se demoró tanto, que cuando bajé al primer piso para ponerme mi vestido, me di cuenta de que estaba atrasadísima y a esa hora ya debía estar en el altar. Casi lloré. Pedí que me pusieran rápido el vestido. Estaba desesperada y cuando por fin estaba lista. Estaban unos vecinos y mi papá afuera, esperándome. Nunca olvidaré la cara de mi papá cuando quiso tomarme una foto fuera de la casa. Le pedí que no me tomara fotos y que por favor nos fuéramos rápido. Ahora mismo, recuerdo ese momento y se me parte el corazón.

El trayecto a la iglesia lo viví preocupada, angustiada y así llegué a la iglesia. Una hora atrasada.

La ceremonia fue linda, pero tuvo que acortarse mucho debido a mi atraso. El coro no pudo tocar todas las canciones que teníamos preparadas.

Y qué decir lo que vivimos en el centro de eventos. Todas mis pesadillas y miedos se hicieron realidad. Se portaron horrible con nosotros. Solo rescato al animador de ese lugar. Puedo decir que la comida, la decoración y la música estuvo muy bien. Y los invitados estaban maravillados, pero con mi marido no lo disfrutamos como queríamos y estuvimos preocupados y pendientes de todo. Tanto así que no me pude tomar todas las fotos que hubiera querido con mis familiares y amigos.

En la noche lloré de pena, antenoche también. A ratos busco las cosas lindas y especiales, que por supuesto las hubo. Pero me gana la frustración y pena de sentir que personas externas me arruinaron un momento importantísimo y único.

En estos momentos estamos en conversación con estas personas, a ver qué pasa. En cuanto sepa algo, escribiré una crónica.

Les dejo fotos de mi GD, en los que rescato el cariño entregado por parte de nuestros invitados, el orgullo de mi familia, la emoción de mis padres y los detalles que preparamos con mi marido, que les encantó a todos.