Mis queridas,
Hablemos de este ítem que tanto nos quita el sueño y que una vez completado, nos tienta desde su estuche para usarlas a escondidas de nuestros prometidos, incapaces de resistirnos al deseo de sentirlas en nuestras manos. Argollas.
1) Un poquito de historia muy sucinta:
Tradicionalmente las argollas se consideran un elemento fundamental de la boda.
Se trata de una de las muchas herencias de nuestra tradición romana y judeo cristiana.
En principio tuvo un fin práctico, en la medida que los anillos sellos eran utilizados en Roma para toda clase de tareas y el marido los confiaba a su mujer a la vez que le confiaba el manejo de su casa.
Con el tiempo, fueron derivando en un intercambio de "alianzas" entre cónyuges.
Actualmente no conservan un fundamento práctico y su utilización es meramente decorativa y simbólica en la medida que entraña el vínculo entre los contrayentes y lo exhibe ante la sociedad.
2) Sobre sus materiales de elaboración y formas:
En Roma eran de hierro y a principios de la edad media comenzó a primar el oro en su fabricación.
Hoy la argolla tradicional de oro amarillo y corte ingles sigue siendo el modelo clásico y más popular, pero no el único.
Lo cierto es que abundan infinidad de materiales y modelos. Las hay de distintos tipos de oro, de distintos metales, de materiales alternativos, de las más increíbles combinaciones e incluso, las hay tatuadas.
Los motivos para elegir una argolla sobre otra son los más diversos, desde criterios puramente estéticos hasta razones económicas.
Para quienes no quieren pagar el precio del oro y otros metales caros como el platino, surgen alternativas como la plata, el tugsteno, el acero quirúrgico...
Para quienes buscan una alternativa original, las hay de cuero, de madera y de incrustaciones de mineral.
Cuando estaba en la mirada preliminar de mis argollas soñadas, mucho antes de empezar a buscarlas enserio, me entusiasmé con unas de ébano y aguamarina (que a Mauro le cargaron), sólo para descubrir que su durabilidad era cuestionable y su valor no era inferior a un par de argollas de oro.
3) Consejos para ahorrar en sus argollas de oro:
En lo que respecta a este metal, la experiencia de la comunidad dicta que se puede ahorrar mucho si se compran en pequeños talleres de orfebrería y no en grandes cadenas, ya que el precio del gramo de oro trabajado varía considerablemente en atención a los costos del proveedor.
De allí, que la joyería Zalaquett tiene el gramo a $75.000.- y el pequeño taller de Bernardo y Katalina donde nosotros compramos nuestras argollas, lo tiene a $35.000.-
En Santiago, el pasaje Matte parece ser la Meca de las argollas de matrimonio, en que abundan las pequeñas joyerías y talleres de orfebre como las recomendadas Antonella, Gina y Paola.
¿Les gusta alguna de estas argollas?
Las invito a opinar sobre las fotitos y a subir fotos de sus argollas, empiezo yo:
Estas son mis argollas, en oro nacional de 18k modelo en cinta facetadas con rombos.
Argollas de madera talladas
argollas de madera, plata y aguamarina (mis primeras favoritas)
argollas de plata con oro
argollas de platino
argollas de tungsteno
argollas de oro blanco y cobre (lo pensé, para honrar mi norte amado)
argollas tres tipos de oro
argollas tatuadas
argollas clásicas, corte ingles