Para nosotros, días como el 14 de febrero, el día del niño, día de la madre o del padre, incluso la navidad, son días más bien comerciales y no acostumbramos hacernos regalos, preferimos celebrarlos de forma muy sencilla (si es que lo hacemos), sin grandes lujos y sin gastar mucho dinero.
El año pasado, por ejemplo, mi gordo se fue a trabajar y cuando desperté, me sorprendió ver que había dejado una cajita de bombones sobre mi velador, con una tarjetita hecha por él mismo, y yo lo recibí a su regreso con una cena romántica hecha por mí y lencería sexy (le encanta).
Así son nuestras celebraciones, siempre sencillas, evitando caer en el consumo excesivo que se fomenta durante estas fechas, porque lo importante no es el regalo en sí, sino celebrar el estar juntos, sanos y felices
Les dejo una fotito del detallito de mi gordo del año pasado (favor obviar mi desorden de libros jejeje
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