Muchas de nosotras no consideramos peligrosos los tés y remedios caseros. Sin embargo, las hierbas son muy poderosas, puesto que son la base de donde se extraen muchos medicamentos.
Algunos de estos tés y remedios caseros pueden causar problemas durante el embarazo y la lactancia, aunque se hayan tomado en forma segura antes de quedar embarazada, más aún si se toman en exceso.
Hay muchas hierbas que se usan como tés que pueden estimular el útero e incluso producir un aborto si se toman en grandes cantidades. Estas incluyen el anís, muérdago, camomila o manzanilla, marrubio, ruda, ajenjo, hierba Luisa, hojas de frambuesa, perejil, romero, salvia y ortiga. Estas hierbas no se deben tomar como tés, infusiones ni remedios durante el embarazo y la lactancia, aunque se pueden seguir consumiendo en las comidas.
El aloe vera usado comúnmente como laxante, estimula el sangrado y las contracciones uterinas e intestinales, pudiendo causar un aborto cuando se usa en exceso y especialmente durante los primeros 3 meses de embarazo.
La valeriana puede dañar el hígado, el mate (o la hierba mate) puede contener tanta cafeína como el café, por lo que ninguna de estas hierbas debe tomarse durante el embarazo o la lactancia. Si bien el té verde no tiene contraindicaciones específicas, se recomienda no tomarlo en grandes cantidades durante el embarazo y lactancia (la cantidad máxima al día es 2 tazas), ya que este puede interferir con la absorción de hierro y causar anemia. Se debe evitar tomarlo junto con otras hierbas que poseen efectos estimulantes del sistema nervioso central, tales como efedra china (ma huang), guaraná, mate o café, más aún si sufres de insomnio.
El té negro es la variedad más inofensiva de té que puede tomar una embarazada, pero como contiene cafeína debes limitar la cantidad, pues esta sustancia puede traspasar la placenta y afectar el ritmo cardíaco del bebé. El consumo total de cafeína no debe superar los 200mg al día (equivalente a unas 2 tazas de café o 4 de té negro).
Si quieres una bebida caliente puedes crear tus propias infusiones a partir de otros alimentos que sí son seguros durante el embarazo, como el limón, miel, naranja, manzana, arroz o jengibre.