Hola mis queridas,
Para los que no me conocen, soy Fran.
Conocí a mi Mauro el año 2003 en los pasillos del Campus Angamos de la UA, nuestra alma mater.
Fuimos amigos un año, en que Mauro fue mi confidente y paño de lágrimas, mientras maquinaba su cortejo sutil. Un año después, empezamos nuestro hermoso pololeo.
Corría el 20 de octubre de 2007 y yo estaba en mi último año de universidad, cuando Mauro se presentó en mi casa de madrugada y me pidió matrimonio.
Comenzamos a planificar nuestra boda el año 2012, con miras a concretarla el 2013. En esa época quería una boda pomposa, de cuento de hadas. Mi lista de invitados iba en 300 personas y mi vestido iba a ser estilo princesa...
El tiempo pasó y la boda no se llevó a cabo.
Los años enterraron el sueño de mi boda pomposa y nuestra relación continuó con muchos altos y algunos bajos.
El inicio de 2017 fue muy difícil y pudo habernos destruido, pero nos levantamos y nos fuimos a Rapanui, un paraíso que nos sanó y nos volvió fuertes.
Nuestro proyecto de boda se reactivó en marzo de 2018, pero convertido en algo totalmente diferente: una boda secreta en el Caribe.
Con fecha 10 de septiembre de 2018, bajo el cielo cubano finalmente nos casamos.