Queridas Novias.
Con Walter nos comprometimos en Septiembre de 2020. La fecha inicial de matrimonio era el 16 de Abril de 2022, porque "pensamos" que en el 2022 ya no iba a haber pandemia. Jajaja. Elegimos la fecha porque los días 15 cumplimos mes, porque nos encanta el otoño y Abril, y porque justo ese día hay luna llena.
Inmediatamente nos preocupamos de reservar la fecha en un importante centro de eventos de San Bernardo, a través de una simpática y atenta banquetera. Reservamos.
Así que como en Febrero aproximadamente, tirando líneas nos dimos cuenta que no íbamos a alcanzar a juntar toda la plata que nos faltaba juntar (cerca de 5 millones), porque al yo estar tan inestable, mi novio me ayuda con las cuentas por pagar que tengo, entonces es un solo sueldo. Bueno, también soy profesional del área de la salud, pero tuve Covid en Junio pasado, y quede con secuelas respiratorias, por lo que no puedo trabajar con pacientes aun. Así que laboralmente estoy coja de ambos pies. Asi que lo conversamos con mi novio y decidimos cancelar el matrimonio en el Centro de Eventos. Afortunadamente no habíamos alcanzado a firmar contrato, por lo que no nos obligaba a pagar el resto del dinero, sin embargo, no nos devolvieron ni un peso del abono a pesar de que no nos prestaron ningún servicio (razón por la cual ya no recomiendo ese centro de eventos).
Comenzamos a pensar que poder hacer. Y como Walter es un hombre de Mar, nacido en una costa de Perú, ex marino en su país y amante del océano, se nos ocurrió hacer algo pintoresco y bello en Valparaíso. Elegimos Algarrobo para nuestra Ceremonia Simbólica, y luego nos llevaríamos a nuestros invitados a almorzar a un restorant del sector. Y plan armado.
Sin embargo (jajajjaaj), mirando bien la playa nos dimos cuenta que era de difícil acceso para las personas mayores y tenemos muchos invitados mayores. Asi que Algarrobo quedó descartado, y nos quedamos con la Playa Las Torpederas de Valparaíso, que era más chiquitita, más centrica, y tiene un restorant al ladito. Y nuevo plan listo.
Hasta que nos dimos cuenta que la semana del 15 de Abril era semana Santa, por lo tanto, Valparaiso iba a esta repleto y los restorantes caros y llenos y podía haber taco para llegar al Puerto. Plop. Lo movimos entonces para el 9 de Abril, semana anterior. Celebraríamos nuestra Ceremonia Simbólica en la orilla de las Torpederas, y luego almorzaríamos en el restorant. Y plan listo.
Y entonces nos entró el miedo de que en el proximo verano ocurriera mas o menos lo que el verano pasado, que la gente se volviera loca yendo a la quinta región y en Marzo nos volvieran a encerrar y no pudieramos celebrar nuestra ceremonia. Asi que pensamos en mover la fecha para febrero. Así que el plan ahora era el 9 de Abril, en Valparaíso, pero en el caso de que en enero viéramos que se repite el escenario de este año, lo moveríamos de emergencia para primera semana de febrero "por si las moscas". Asi que estaba listo el nuevo plan.
Y comenzamos a ver que no nos movíamos más en las fases, que empezaron a llegar las variantes del virus, y que el ministerio de salud empezó a declarar que ibamos a tener que aprender a vivir con la pandemia. Chán. Entonces tuvimos que pensar en un nuevo plan. Porque resulta que si la cosa no mejoraba, muchas personas que nosotros esperamos que nos acompañen no podrán: adultos mayores con miedo, gente de fuera de Chile, personas del Norte y del Sur. Ademas ibamos a tener que hacer coincidir las fases en la RM y en Valparaiso para poder viajar. Y en un lugar abierto y publico no podemos controlar los aforos. Asi que con el dolor de nuestro corazon, entendimos que no podría ser en Valparaíso. Y volvimos a cambiar de idea.
Reservamos el servicio de una Productora de Eventos que trabaja en una Casona en San Bernardo, y que además trabaja junto a nosotros en los eventos. Así que confiamos mucho en ellos. El servicio es all inclusive, así que tuve que guardar todo lo que habia comprado desde china (muchisimas cosas) para la boda que nosotros mismos estabamos planificando en la playa. Pero la idea estaba lista.
Sin embargo, no podemos reservar un sábado y tampoco solicitarle a la productora que nos reserven dos fechas (la de abril y la de febrero por si las moscas), asi que movimos el día para el domingo 10 de Abril. Y en esas estamos!. 10 de Abril en Santiago, una hermosa ceremonia Simbólica de día, acompañada por un almuerzo campestre.
La verdad novias queridas, esto del covid sí que estresa en estos momentos de nuestras vidas. Pero la vida es así mismo, estresante y dificil. Asi que yo me lo tomo como una prueba de resolver este tipo de cosas juntos con mi novio, como tendremos que hacerlo en el futuro tantas veces. Al final, lo unico improtante de todo, es que ese día nos casaremos, el conmigo y yo con el, esa es la finalidad de todo. No queremos perder ese norte. Asi que si tiene que cambiar lo que ocurra al rededor de esa idea, estamos abiertos a que así sea (otsea, de nuevo!! jajajajaj)
Animo queridas! Que cuando ocurra será inolvidable.
