Banquetes Mon Amour Experiencia como invitada

El matrimonio al que asistí con esta banquetería tuvo varios problemas, primero los organizadores juzgaron demasiado a la gente que bebía alcohol. Segundo, como el novio mencionó que él estaba pagando el evento, a la novia en muchas ocasiones se la dejó de lado en opiniones lo que le causó un poco de frustración, cosa que Pamela y Antonio también juzgaron acusándola de que 'nunca sonreía' en las reuniones (¿Y quién va a estar feliz si está siendo ignorado o desvalidado?).
Y el problema que más me llamó la atención es que, como llegaban pocos bebestibles a los invitados, fui cerca de la cocina a ver a los garzones y observé varias veces a un garzon salir del recinto con una bandeja y volver al rato (como estaba oscuro no pude determinar si lo que hacían era traer o llevar comida a otro evento).
Los novios hicieron sus reclamos correspondientes, pero los organizadores sólo siguen haciendo gaslight, como diciendo que los invitados la pasaron bien y bailaron (¿Qué más íbamos a hacer, sentarnos enojados en un matrimonio de una persona cercana y hacerles pasar mal rato?), que la familia del novio les agradeció el servicio (la familia del novio llegó a Santiago un par de días antes y no tenían idea de la visión de los novios ni los acuerdos previos).Para colmo, Pamela le dice en reiteradas veces al novio que se aleje de la novia y su familia, con palabras no tan agradables.